Los datos son preocupantes, 42 millones de niños menores de 5 años sufren obesidad o sobrepeso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe en el que alerta sobre este problema que afecta, sobre todo, a los países desarrollados. De hecho, afirma que la obesidad es una de las cuestiones de salud “más preocupantes” del siglo XXI.

¿Cuáles son las causas de lo que ya consideran una pandemia? La OMS lo tiene claro, la ingesta de alimentos con alto contenido en grasas y azúcares y la poca actividad física son los principales factores que están contribuyendo a que el sobrepeso sea ya un problema de salud pública mundial.

Además incide en que aquellos niños que sufran de obesidad, probablemente seguirán con problemas de sobrepeso cuando sean adultos. Esto puede provocarles enfermedades como la diabetes o problemas cardiovasculares.

Por ello, en la prevención está la clave y los expertos afirman que debe convertirse en una prioridad para la sociedad. Podemos combatir la obesidad infantil acostumbrando a nuestros hijos a seguir una dieta saludable y motivándolos para que abandonen la vida sedentaria.

La OMS asegura que es fundamental que nuestros pequeños dediquen diariamente treinta minutos al ejercicio físico. Las opciones son múltiples, podemos inscribirlos en actividades extraescolares; en un equipo de fútbol, baloncesto, etc.,  o simplemente salir a andar o montar en bicicleta todas las tardes.

El entorno, subraya el informe, condiciona los hábitos de los niños tanto en alimentación como en actividad física. Por ello, los adultos jugamos un papel fundamental para apoyar a nuestros pequeños y contribuir a que su salud mejore. Evitaremos que desarrollen estas enfermedades, que según la OMS, están padeciendo a edades cada vez más tempranas.

La obesidad infantil se está convirtiendo en un verdadero problema que si no logramos atajar, en un futuro no muy lejano puede afectar a más de 1.500 millones de personas. Así que ya sabéis, ¡dieta sana y ejercicio son la combinación perfecta!