El avioncito, juegos de magia, disfraces… Seguro que a estas alturas ya os sabéis de memoria los mejores trucos para hacer que los niños coman de todo, pero seguro también que no siempre tenéis el éxito que buscáis. ¿Qué podemos hacer entonces para introducir frutas, verduras, legumbres y pescado en la dieta de los más pequeños?

Antes de nada debemos tener claro lo importante que es hablar con los niños y poder contarles todos los beneficios que tiene seguir una alimentación sana, como ponerse mucho más altos y fuertes o rendir más en el deporte y en el colegio. Si conocen las bondades de los alimentos menos atractivos pueden animarse a probarlos.

Otra de las acciones que puedes realizar y que además será muy divertida es ir al supermercado con tus hijos. Entre toda la variedad de opciones seguro que les gusta explorar los colores de las frutas y verduras y se animarán a que subas al carrito algún alimento que aún no hayan probado. Cuando llegues a casa siempre puedes ponerte a cocinar con la imprescindible ayuda de ellos como pinches de cocina. Si colaboran lavando las verduras, viendo cómo las cortas y creando alguna salsa seguro que luego estarán deseando probar el resultado.

La presentación de los platos también es esencial. Cuando somos pequeños nos atraen más determinados colores y las formas amigas, y muchas veces creemos que algo no nos gusta simplemente porque no nos atrae su aspecto. Comer espinacas o brócoli será más atrayente si con ellos creamos un osito, una flor o su muñeco favorito. Además, intentaacompañar siempre un alimento nuevo con otro que ya conozcan y sea de su agrado, como calabacín con queso gratinado. Si un alimento ya es de su ‘bando’ será más fácil que generen simpatía hacia el nuevo que combina con él.

Además, intenta siempre establecer unos horarios fijos para las comidas y conviértelas en un momento de conversación entre la familia. Comer mientras ven la tele o juegan con los videojuegos les distraerá de la acción principal que deben realizar y puede que los almuerzos y las cenas se eternicen.

¡Y lo más importante! De nada sirve que insistas a tu hijo en lo sano que es comer verduras y legumbres si nunca te ve hacerlo a ti. No olvides que eres su modelo a seguir, la persona en la que más confía, y que tiende a imitar tus pasos. Si quieres que tus hijos lleven una dieta saludable y variada, revisa primero la tuya y asegúrate de que eres el primero que cumple lo que les aconsejas.