Esta noche los niños de todos los hogares españoles se querrán ir temprano a la cama. No importa que aún queden algunos días de vacaciones ni que su película favorita esté en la televisión; todos ellos saben que la visita de los Reyes Magos a su casa puede producirse en cualquier momento y que por la mañana bien temprano ya habrá tiempo para jugar y disfrutar.

Ésta es la gran noche de la ilusión, la noche en la que todo es posible y en la que los mayores sacamos al niño que llevamos dentro. Por eso, desde primera hora de la tarde, todas las localidades españolas celebran la tradicional Cabalgata de Reyes. Pajes y ayudantes reales, seres de fantasía y animadores acompañan a Melchor, Gaspar y Baltasar en su recorrido mientras ellos devuelven parte del cariño con caramelos. La tradición, que se remonta a mediados del siglo XIX, es siempre uno de los momentos más esperados de la Navidad.

Según la Historia, Melchor es el mayor de los tres Reyes Magos, por eso tiene su cabello y su larga barba blanca. Le acompañan Gaspar, el más joven y con cabellos y barba rojiza; y Baltasar, el mediano y el que más simpatías despierta entre los pequeños.

Tras la Cabalgata y antes de irse a la cama, los niños suelen dejar preparado en casa un pequeño aperitivo para sus majestades. Después del largo viaje desde Oriente y de hacer paradas por millones de hogares, es normal que necesiten algún dulce típico navideño, una copita de anís o un buen vaso de leche para reponer fuerzas y seguir su trayecto. Tampoco nos podemos olvidar de sus camellos, así que un buen cubo de agua será de gran ayuda para calmar su sed.

La noche de Reyes transcurre entre nervios, impaciencia y emoción por saber si las peticiones de la carta que escribieron hace semanas se harápor fin realidad. Así, la mañana del 6 de enero no hace falta el despertador en ninguna casa. Desenvolver los paquetes, sacar los juguetes y muñecos de sus cajas, comprobar cómo funcionan, desayunar con el Roscón de Reyesesperando encontrar la sorpresa de su interior… Son unos momentos tan locos como maravillosos que merece la pena disfrutar. Si los Reyes Magos se han portado bien y han venido con bicicletas, patines, monopatines o juguetes para disfrutar al aire libre no dudes en salir a la calle, al parque más cercano, y disfrutar en familia del día, que la vuelta a la rutina está ahí al lado…