Con niños pequeños o adolescentes en casa, hay que dedicar más tiempo del habitual a la planificación de las vacaciones de verano. Puedes empezar por dar respuesta a estas preguntas: ¿relax o turismo?, ¿playa o montaña?, ¿España o el extranjero?

¡El verano pasa volando! Y seguro que muchos todavía no habéis disfrutado de unos días de vacaciones.

Para satisfacer la necesidad de explorar y experimentar de los niños, una opción puede ser la montaña, ya sea camping o casa rural. Se trata del mejor lugar para acercarlos a la naturaleza, donde podrán disfrutar y aprender de los animales y árboles que vayan viendo.

Para sorprenderlos con algo pensado exclusivamente para ellos, podéis optar por un parque temático. Estos lugares suelen disponer de alojamiento en su interior, y aunque estén dedicados a los más pequeños de la casa, al final toda la familia lo pasará en grande en las atracciones y espectáculos.

Si lo que os apetece es relax y no tenéis demasiado tiempo para planificar, siempre os quedarán los destinos de playa. El único problema que podéis encontrar, es que los niños pronuncien la temible frase: “¡Me aburro!”. Puede que se cansen de pasar las horas en la arena con los típicos cubos y palas, por lo que la solución está en proponer algo nuevo.

Con vuestra ayuda, los pequeños pueden cavar en la orilla una pequeña piscina, que se irá rellenando con agua del mar. Después, deben crear un dique alrededor, para que las olas no acaben con la piscina.

Por otro lado, si no aguantan mucho tiempo en el mar, una manera de mantenerlos fresquitos y entretenidos, son los globos de agua. ¡Seguro que harán un montón de amigos!

Y por supuesto, la playa es el escenario perfecto para un deporte como el voley. Con una pequeña red improvisada y una pelota, los niños pueden hacer equipos con sus hermanos o con los amigos que hayan hecho durante las vacaciones. ¡Y a jugar!