“Deberes sí VS Deberes no” es el eterno debate. Pero la realidad es que los niños salen cada día del colegio con una amplia lista de tareas por hacer para el día siguiente, por lo que su jornada escolar suele alargarse varias horas tras el final de las clases.

Conseguir tiempo para todo es difícil, pero no imposible. El truco está en hacer los deberes de forma eficaz, y podrán aprovechar la tarde al máximo: tienen cabida el entrenamiento, las actividades extraescolares, la diversión y los momentos de relax y descanso.

Hacer cada ejercicio con ellos por sistema no es la solución, los deberes son una responsabilidad que también debe enseñarles a ser independientes. El cometido de los padres es mostrar herramientas y técnicas de estudio como el resumen y el esquema, que permitan optimizar el tiempo empleado en la realización de los deberes. Es importante no cuestionar el valor de las tareas escolares para el aprendizaje, y hacer ver a los pequeños que se trata de una obligación que tiene beneficios para ellos, ya que es una forma de asimilar los contenidos que se han dado durante las clases.

Para evitar que desaprovechen la tarde, fija una hora para empezar los deberes. Un buen momento es después de la merienda, ya que estarán descansados y llenos de energía para concentrarse al máximo en el estudio. Ayúdales en momentos puntuales cuando se bloqueen en algún ejercicio, pero intenta dejar que sean ellos los que se esfuercen por encontrar las respuestas.

Otro aspecto importante es el descanso, imprescindible cuando los notes cansados o agobiados. ¡Proponles descansar 10 minutos y seguirán con más ganas! Una vez que los deberes estén terminados, no te olvides de revisarlos. Asegúrate de que el trabajo está completo y ayúdales a corregir los errores.

Por último, para un completo seguimiento de la trayectoria de los niños en el colegio, mantén elcontacto con sus profesores. Solicita tutorías periódicamente y asiste a las reuniones programadas.