Este año estamos viviendo una primavera atípica señalada por el mal tiempo y los cambios bruscos de temperatura, que han sido muy constantes. La subida y bajada de los grados provocan alteraciones en nuestro organismo, lo que nos hace vulnerables y más propensos a los resfriados, muy comunes en estas fechas en las que uno no termina de acertar con la ropa adecuada. Gélidas mañanas que son rematadas por tardes bastante calurosas.

Sin embargo, el calor se acerca poco a poco y lo más probable es que se asiente. El verano está a la vuelta de la esquina y viene acompañado de un necesario cambio de dieta. Desde la Copa COVAP queremos hacer hincapié en la importancia que tiene una alimentación equilibrada y saludable para que nuestro organismo funcione correctamente y nos ayude a desarrollar amplias facultades a la hora de practicar deporte.

Fiel a esta causa, recomendamos un conjunto de alimentos propicios para el verano, ya que una alimentación adecuada y una buena hidratación son fundamentales, sobre todo en niños, personas mayores y enfermos. Solo así obtendremos la cantidad de agua suficiente en nuestro cuerpo, evitando golpes de calor y otros trastornos que pueden poner en peligro nuestra salud.

Moras y frambuesas

Los frutos rojos y las bayas son ricos en antocianinas, unos pigmentos solubles que son los encargados de darle ese tono púrpura tan característico. Gracias a ello, producen un efecto antiinflamatorio y disminuyen la presión arterial, por lo que bajan la temperatura del cuerpo a través de la circulación, eliminando el exceso de calor. Por otro lado, las antocianinas mejoran el metabolismo y reducen el estrés oxidativo de las células, que en última instancia se relaciona con la producción interna de calor.

Brócoli

Muy mala fama la que tiene esta verdura y muchas las propiedades que aglutina. Por ejemplo, su alto contenido en agua, más del 90%. A esto hay que añadirle la ayuda que presta a la hora de reducir el colesterol malo. Como acompañante de carnes y ensaladas es perfecto para aportar frescor.

Zanahorias

Se encuentran muy cerca del brócoli, ya que contienen un 87% de agua con altos niveles de vitamina A, fibra y betacaroteno. Todos estos componentes contribuyen a mejorar el estado del organismo y la piel, por lo que un consumo diario resulta especialmente positivo, y más en los días con temperaturas altas.

Espinacas

Uno de los vegetales más energéticos y nutritivos. Contiene un 91% de agua y grandes cantidades de betacaroteno, vitaminas y minerales esenciales. Comerla cruda es lo más recomendable porque así no pierde sus propiedades, pero vale la pena preparar con ellas cremas, arroces y otras recetas.

Los alimentos que hidratan la piel

La hidratación es importante y hay que beber incluso cuando no se tiene sed, ya que así disminuye el riesgo de enfermedades, bajones de energía y se quema grasa de una manera rápida.

En este sentido, el pepino posee un 96% de agua, además de potasio, vitamina C y fibras. Se ha de consumir crudo para poder aprovechar todos los beneficios. También cabe destacar la sandía, rica en vitamina C, e ideal para tener una piel hidratada y aumentar las defensas del cuerpo. Esta fruta también contiene elevados niveles de agua y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.

Tomate

Ya sea en zumo o en una ensalada, se trata de un poderoso antioxidante y protector de la piel. Además, dificulta la aparición del acné. Aparte, es una rica fuente de agua, potasio, fósforo, vitamina A y C, por lo que cualquier ensalada dirigida a los más pequeños de la casa debe llevar algunas rodajas.

Manzana

Fruta elemental y necesaria casi a diario, pues aporta la fibra que necesitamos y actúa como antioxidante. Buena para el corazón. No debe faltar tampoco en el desayuno de nuestros pequeños deportistas.

Kiwi

Una fruta con más del 80% de agua y que regula el colesterol gracias a su contenido en fibra, acabando por otro lado con el riesgo de coágulos. Esto equilibra la presión sanguínea y evita problemas cardiovasculares.

Otros consejos contra el calor

Lo ideal para hidratar el cuerpo es beber agua, comer frutas, verduras y hortalizas. Es decir, alimentos con bajo contenido en grasas o hidratos de carbono. Las frutas más recomendadas en estas fechas son el melón, la sandía, los frutos rojos, el melocotón, el albaricoque, el níspero y la cereza. En cambio, las verduras más prácticas a la hora de soportar el calor son la berenjena, el calabacín, el tomate, la lechuga, el pepino o la cebolla.

Conviene evitar las comidas pesadas durante el verano, ya que la sensación de calor es mayor con digestiones largas, por lo que sugerimos la búsqueda de alimentos ligeros, como ensaladas o pescados.

Una curiosidad respecto a esto es que la comida picante, por muy raro que parezca, es una buena opción para huir del calor. El pique facilita la transpiración y nuestro organismo refrigera con mayor facilidad. Cierto que siempre un helado proporciona una sensación más refrescante, pero esta es momentánea. En cambio, con el picante esa impresión se prolonga más en el tiempo.

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