Ya hace días que despedimos las fiestas. Han sido jornadas de ilusión, diversión en familia…y seguramente alguna que otra comida copiosa. Justo después de que los Reyes dejasen los merecidos regalos en nuestros hogares, nos planteamos propósitos de año nuevo. Los más comunes, me apuntaré al gimnasio o empezaré a comer siguiendo una dieta sana y equilibrada.

Muchos estudios revelan que la mayoría de las buenas acciones que nos proponemos al recibir el nuevo año, quedan en papel mojado con el discurrir de los meses. Pero, ¿por qué no? Este año, puede ser el nuestro. Podemos comenzarinvolucrando a la familia, asimilemos entre todos los beneficios de una dieta saludable.

Se trata de que poco a poco vayamos educando a nuestro cuerpo. Cinco comidas diarias, las cantidades necesarias de frutas, verduras y las raciones precisas de carne, pescado o cereales. Éste debe ser nuestro primer propósito.

 

¿Qué es de una dieta sana sin ejercicio? Pues eso, la actividad física es esencial para que tanto pequeños como mayores disfrutemos de una salud envidiable. Los fines de semana pueden ser los días perfectos para que todos nos pongamos manos a la obra.

Son las jornadas en las que nuestros hijos no tienen que ir al cole y nosotros seguramente tendremos más posibilidades de desconectar de las responsabilidades laborales.

Así que ya sabéis, propósito para 2014 ¡Una familia saludable!