Los días de sol y calor llegan a su fin, y playa y piscina quedan sustituidas por la bajada de temperaturas y las lluvias, que nos obligan a pasar más tiempo dentro de casa. ¿Los niños no pueden salir al parque a jugar porque está lloviendo? Te proponemos diversas actividades, para que los pequeños pasen las tardes de otoño entretenidos.

  1. Dibujar. Proponles que pinten paisajes típicos de la estación otoñal, o imprime dibujos de paisajes para que coloreen y mejoren la habilidad de no salirse de las líneas.
  2. Preparar la merienda. Hazles partícipes de la elaboración de la merienda. Podéis hacer algo más que un bocadillo, para que la hora de merendar se vea como una actividad divertida y no como una interrupción del juego. Brochetas de frutas, crepes rellenos de crema de cacao y fruta, batido casero de plátano… ¡La clave está en hacerlo atractivo!
  3. Hacer la compra. En muchos hogares, la hora de la comida se puede convertir en una pesadilla, porque a los pequeños les cuesta comer o solo aceptan lo que más les gusta. Resuelve este problema animándolos a hacer la compra contigo en vuestras tardes libres, para que se sientan implicados en la comida del día siguiente.
  4. Manualidades. Una actividad muy divertida puede ser que fabriquen sus propios juguetes o disfraces, para más tarde jugar con ellos.
  5. Hacer una casita. Con dos sillas, una sábana y una linterna, ¡tus hijos pueden ser los más felices del mundo! Estos elementos servirán para hacer una misteriosa chocita en la que vivir múltiples aventuras.
  6. Juegos de mesa. No podemos olvidarnos de algo tan clásico: cartas, oca,  parchís… Enseña a los pequeños estos juegos con los que sus padres se divertían de pequeños, ¡seguro que les encantan!
  7. Actividades extraescolares. Y por supuesto, los deportes. Como os hemos aconsejado en anteriores posts, la actividad física no puede faltar en la rutina de los niños. Déjales escoger el deporte que más les guste, ¡y lo pasarán en grande con esta actividad tan saludable!