Los expertos recomiendan que tanto niños como adultos hagamos cinco comidas diarias. En la etapa infantil resulta especialmente importante, por lo que debemos vigilar que los más pequeños no se salten ninguna.

La merienda permite a los niños repartir adecuadamente el aporte energético y nutricional diario que necesitan y evita que lleguen a la hora de la cena con mucha hambre. A veces se niegan a hacer esta comida de media tarde porque están en medio de un juego o se cansan de tomar siempre lo mismo. Te damos algunas ideas para que no se aburran de la merienda y les encante que llegue este momento.

Podemos hacer los bocadillos de siempre, pero con un toque original y divertido. Puedes poner una tarjeta con su nombre y algún mensaje personalizado, acompañado de un zumo natural de naranja.

Para hacer la fruta más atractiva, prepara unas brochetas con distintas piezas de fruta. ¡Querrán repetir todos los días! Los batidos son otra opción. De plátano, arándanos o mora, ¡les encantará! Acompáñalo de frutos secos  o de varias galletas, cuidando que no contengan demasiados azúcares añadidos.

Los yogures suponen otra posibilidad muy saludable y deliciosa. Puedes añadirle cereales o trocitos de fruta, para aunar los beneficios en el sistema inmunológico de uno con las vitaminas y propiedades antioxidantes de otro.

Por último, es necesario tener en cuenta algunos aspectos generales sobre la merienda ideal. La bollería, galletas, chucherías y refrescos no son nada saludables, y no pueden considerarse una merienda. Esta cuarta comida del día debe representar el 15% del aporte energético total diario, las cantidades deben ser moderadas, y para evitar interferir en la digestión, no debe tomarse demasiado cerca de la comida o de la cena.

¡Hoy toca innovar con la merienda!