La primavera es una buena época para degustar alimentos llenos de color y sabor. Fresas, cerezas, espárragos o guisantes son algunos de los productos que podemos encontrar en estas fechas del año, repletos de propiedades beneficiosas para nuestro organismo y que podemos introducir en nuestra dieta diaria.

Desde la Copa COVAP abogamos sobre todo por el consumo de frutas. Más allá de su enorme variedad, también contribuyen a generar unas condiciones de salud óptimas  gracias a sus múltiples propiedades. Sin embargo, no podemos pasar por alto otros alimentos que también son idóneos para consumirlos en los meses de abril, mayo y junio por el hecho de que conservan mejor el aroma, son muy nutritivos y actúan como antioxidantes.

Fresas

Una de las frutas más características de la primavera gracias a su sabor dulce y refrescante. Asimismo, tienen muy pocas calorías, son ricas en hidratos de carbono y contienen altos niveles de fibra y vitamina C. Por otro lado, se trata de un potente antioxidante que permite mejorar la absorción del hierro de los alimentos de origen vegetal. La fresa la podemos tomar de postre, sin añadirle nada, e incluso acompañarla de un yogur, azúcar o cualquier tipo de crema para darle más jugosidad.

Albaricoques 

Procedente de la familia de los melocotones y las ciruelas, el albaricoque tiene pocas calorías, dosis elevadas de fibra y una sustancia, el betacaroteno, que actúa como un antioxidante que nuestro organismo transforma en vitamina A, lo que ayudaría a mejorar la visión, la piel y el pelo. Por sus propiedades beneficiosas, se suele emplear para la elaboración de mermeladas, compotas y distintos tipos de postres. Se perfila también como un buen complemento para la carne.

Espárragos verdes

La primavera es la estación adecuada para degustar esta verdura. Es rica en ácido fólico y vitaminas C y E. También goza del efecto de un antioxidante, acompañado de vitaminas B1, B2 y B6. Además, los espárragos tienen un efecto diurético y depurativo, por lo que no pueden faltar en una dieta sana y equilibrada.

Pescado fresco

Aunque el pescado debe comerse durante todo el año, se recomienda incluirlo con más razón en primavera, sobre todo en cenas, que no deben ser muy copiosas. Atún o salmón son productos fáciles de obtener y que a la plancha con verduras constituyen un menú básico y sano para cualquier persona. Los ácidos grasos omega-3 tienen beneficios para la salud, sin olvidar que el atún, en este caso, aporta proteínas, vitaminas del grupo B, y minerales como el hierro, magnesio y fósforo.

Sopas y cremas

Las legumbres y verduras son igualmente importantes para mantener un equilibrio alimentario. Al tener un gran porcentaje de nutrientes y minerales, es conveniente tenerlas en cuenta durante las comidas. Por ejemplo, podemos optar por hacer con ellas algunas sopas o cremas o añadirle aceite de oliva con algunas especias para darle más sabor.

Pastas y cereales

Estos alimentos cobran especial importancia en primavera debido a que se adaptan al clima y la temperatura a la hora de servirlas. Esto significa que podemos tomar pasta fresca, fría, en ensaladas o añadiendo otros ingredientes como salsas y atunes, sardinas, melva o caballas. Las proteínas que contienen estos productos constituyen la base fundamental para una buena alimentación gracias a la energía que nos aportan.