José Antonio Cazorla (arriba a la derecha), entrenador del CAB Estepona de baloncesto femenino, junto a sus jugadoras y compañeros del cuerpo técnico.

José Antonio Cazorla (arriba a la derecha), entrenador del CAB Estepona de baloncesto femenino, junto a sus jugadoras y compañeros del cuerpo técnico.

Aún brilla de felicidad e ilusión el rostro de José Antonio Cazorla, entrenador del CAB Estepona, equipo malagueño de baloncesto femenino que se alzó con la victoria en la gran final de la séptima edición de la Copa COVAP, celebrada los pasados días 15 y 16 de junio en San Fernando (Cádiz). El camino hasta alcanzar este logro no ha sido ni mucho menos fácil. Una senda en la que las ‘vikingas’, como califica Cazorla a sus jugadoras, se han tenido que enfrenar a duros rivales como el Adeba (Córdoba), al que no obstante consiguió ganar con un contundente 30 a 9.

Atrás quedó ya el inicio de este periplo en la sede provincial de Mijas, cuando el conjunto tuvo que enfrentarse en la final al EBG Málaga, al que venció en un trepidante partido con infinidad de grandes jugadas y canastas para el deleite de los presentes en el pabellón.

A sus 42 años, José Antonio Cazorla sigue mostrando tesón cuando entrena a sus jugadoras. Ocho años ya vinculado al club esteponero y, en concreto, dos con sus ‘vikingas’, a las cuales ha inculcado todo tipo de valores deportivos y de hábitos saludables. Tal es así que el vivir la experiencia en la anterior edición de la Copa COVAP le llevó a querer repetir esta campaña por «lo bien que lo pasamos y porque quería volver a disfrutarlo con las chicas». Y es que el ‘míster’ no oculta que esta iniciativa deportiva y educativa es «muy buena por los valores que transmite a nivel deportivo, nutricional y cívico».

Jugadoras del CAB Estepona intentan blocar un tiro del equipo contrario durante la fase final de la Copa COVAP en San Fernando.

«La Copa COVAP ha sido muy positiva y satisfactoria, y creo que no existen competiciones como esta, donde se pone el foco más en los valores que en el torneo en sí«, afirma Cazorla. Para él, es «importante» este tipo de proyectos porque sirven para educar a los más pequeños: «son edades en las que estamos educando a las niñas e intentamos formarlas y transmitirles valores que les hagan crecer como personas».

Como entrenador, Cazorla asegura que ha adquirido «más conocimientos sobre valores deportivos y nutricionales para inculcar a futuras generaciones de deportistas», siendo consciente de lo fundamental que es tener una alimentación idónea en edades tempranas. «No debemos olvidar la importancia de transmitir a los niños conductas alimenticias adecuadas para su correcto desarrollo», agrega.

Además de la alimentación, la Copa COVAP se ha centrado este año en impartir charlas a los más pequeños sobre la prevención del bullying. Para el entrenador del club esteponero este aspecto es «muy interesante, sobre todo cuando se trata de una problemática que va a más. Introducir información sobre esta temática es muy beneficioso». Se centra en la convivencia, un elemento que subraya y que, bajo su punto de vista, esta iniciativa ha sabido transmitir. Disfrutar el ambiente de un magnífico evento, la relación con otras niñas, la amistad y las charlas son algunos de los momentos que ha brindado la Copa COVAP y que Cazorla destaca con más ahínco.

Concluye la entrevista con una anécdota que recuerda con cariño: «Antes de la final, las niñas se pusieron a jugar a las carreras de saco». Con este episodio, el ‘míster’ asegura que tanto la Copa COVAP como la final sirvieron para que las niñas «desconectasen y no se sintieran presionadas, por lo que pude disfrutar viéndolas».

Las jugadoras del CAB Estepona celebran la victoria en la gran final de la séptima edición de la Copa COVAP.