Nuestra alimentación es rica y variada. Contamos con gran cantidad de productos con los que podemos diseñar una dieta equilibrada y saludable que aporta múltiples beneficios al organismo.

En ella tiene un papel destacado las frutas, alimentos que se encuentran disponibles, en sus diferentes tipos y formas, a lo largo de todo el año, y cuyas aportaciones son bien conocidas: fuentes de fibra dietética, vitaminas y minerales. Imprescindibles para que nuestro cuerpo funcione y se desarrolle correctamente.

Sin embargo, en torno al consumo de frutas circulan algunos mitos o bulos que, desde la Copa COVAP, y en colaboración con la Asociación 5 al Día, queremos desmentir. El objetivo es que disipemos ciertas dudas que podrían llegar a limitar la ingesta de estos productos que tan necesarios son para la salud, especialmente en la infancia.

 

¿La fruta engorda si la tomas después de comer?

La fruta tiene las mismas calorías siempre, y eso no cambia se tomen antes, durante o después de las comidas. Lo que importa es nuestra alimentación habitual y estilo de vida, ya que son los grandes determinantes del peso corporal saludable.

Aunque en la dieta mediterránea es frecuente tomar frutas como postre, sus propiedades saludables se pueden aprovechar en cualquier momento del día.

 

¿Hay que tomar la fruta con piel porque es donde se encuentran las vitaminas?

Cuando pelamos la fruta estamos eliminando algunas sustancias, pero esa pérdida es insignificante si se compara con los nutrientes que aporta la pulpa. Si la piel es un impedimento a la hora de consumir estos alimentos es posible pelarlos. En cambio, si te gusta disfrutar de la fruta con piel, lo único que tienes que hacer es lavarla muy bien antes de comértela. Cualquiera de las opciones es válida nutricionalmente.

 

¿Algunas frutas engordan?

Ningún alimento tiene la propiedad de engordar o adelgazar por sí mismo, sino que la alimentación habitual y estilo de vida son los verdaderos determinantes de ello.

Frutas como plátanos, las uvas, el caqui persimón…, tienen un aporte calórico más alto frente a otras como las fresas, la sandía o el melón, y, por ello, debemos ser conscientes de ello. Eso sí, si combinamos esta ingesta de frutas que tienen mayor número de calorías con la realización de ejercicio físico diario, son una opción muy buena para reponer fuerzas y aportar al organismo esa energía que se pierde tras la práctica deportiva.